Reseña de las Profesiones Solemnes Laicales
Fraternidad Laical de Santo Domingo del “Dulce Nombre de Jesús”
Jaén, 4 de mayo de 2013
Mtrio. Purísima Concepción – MM. Dominicas
Un año más, las hermanas
contemplativas del monasterio de la Purísima Concepción, en Jaén, ejercieron de
anfitrionas de una de las fiestas más entrañables que tiene la Orden: la Fiesta
de la Rosa en honor de la Santísima Virgen María, Nuestra Madre del Rosario. Toda
la Familia Dominicana presente en la ciudad del Santo Reino y aquellas personas
que cotidianamente se acercan a nuestras casas de predicación pudimos compartir
la alegría de sentirnos hijos de Dios y de María en el día de la madre.
Pero no fue como un año más. En esta ocasión, en una iglesia
presidida por la imagen de Ntra. Madre la Virgen del Rosario, rodeada por Ntro.
P. Sto. Domingo y Sta. Catalina de Siena, y henchida de rosas, la Fraternidad
Laical de Santo Domingo tenía la gran dicha de que tres de sus hermanos hacían
las promesas solemnes. Isabel Mª, Isabel y Juan Jesús manifestaron públicamente
ante fray Francisco Rodríguez Fassio -vicario del Promotor Provincial de las
Fraternidades de Bética- y Cristóbal Arellano -Presidente Provincial de las Fraternidades
de Bética- que querían vivir su fe cristiana durante toda la vida según la
vivió Nuestro Padre Santo Domingo de Guzmán. Fue emotivo el sentimiento y el
apoyo que mostraron con su presencia las Fraternidades de Torredonjimeno y
Córdoba, además de las oraciones y felicitaciones de las Fraternidades de
Bética y algunas de España que conocieron de la noticia y del Promotor General
del Laicado fr. David Kammler; asimismo, fraternal fue también el afecto
mostrado por la Cofradía de la Virgen del Rosario y la Hermandad Dominicana de
Ntro. Padre Jesús de la Piedad y María Stma. de la Estrella, ambas de Jaén y
con sede en el monasterio.
Como colofón, previo a la bendición de las rosas ofrecidas
en la eucaristía y la entrega de las mismas a los fieles asistentes, la
Fraternidad de Jaén explicó por qué adoptaba el sobrenombre del “Dulce Nombre
de Jesús” y la comunidad de hermanas contemplativas regalaba el uso de una
pequeña imagen del Niño Jesús que lucía sobre el altar. El origen está en que,
aunque el motivo de pasar a ser llamados Fraternidad Laical de Santo Domingo
del “Dulce Nombre de Jesús” está muy contextualizado en nuestra sociedad de
hoy, en la cual se vive una fuerte descreencia cristiana y una adulteración de
la fe en Cristo, conllevando que los cristianos busquen fuera de su Casa lo que tienen dentro y que otros se
pierdan en falaces filosofías, esta Fraternidad ha concretado su apostolado en
la misión pontificia que el Papa Gregorio X, en 1274 -II Concilio de Lyón-, en
su celo de luchar contra la blasfemia, encomienda a los Dominicos con la Bula
Constitución Numperim: predicar el
Santo Nombre de Dios promoviendo que los fieles vuelvan su corazón a Jesús.
Esta misión se concreta aún más si puede en Jaén, ciudad relicario del Santo
Rostro de Cristo.
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