FLD - Jaén

 Fraternidad Laical Dominicana de Jaén

Los hermanos y hermanas de la Fraternidad nos reunimos todos los lunes en el Monasterio de la Purísima Concepción, de las Madres Dominicas, en la Calle Francisco Coello, 35 (C/Llana). En nuestras reuniones realizamos:

LUNES IMPARES DEL MES:

En el locutorio del monasterio (C/ Fco. Coello)

          1.- A las 17.30-18.45 hs: Reunión de formación (temas Provinciales y Locales)

En la iglesia conventual (Pza. Purísima Concepción)

          2.- A las 18.50 hs: Oración personal ante el Santísimo.
          3.- A las 19.15 hs: Rezo del Sto. Rosario.
          4.- A las 19.30 hs: Rezo de Vísperas.
          5.- A las 19.45-20.00 hs: Oración contemplativa en silencio

LUNES PARES DEL MES:

En la iglesia conventual (Pza. Purísima Concepción)

          1.- A las 18.50 hs: Oración personal ante el Santísimo.
          2.- A las 19.15 hs: Rezo del Sto. Rosario.
          3.- A las 19.30 hs: Rezo de Vísperas.
          4.- A las 19.45-20.00 hs: Oración contemplativa en silencio


 Proyecto Comunitario, 2014-2015

Objetivo marco: “El compromiso cristiano como dominicos”
Medios:
·         Los desarrollados en cada uno de los elementos de la espiritualidad dominicana.

Comunidad: “Amaos como yo os amo”
Medios:
·         Reunión todos los lunes en el Monasterio de la Purísima Concepción.
·         Reunirse en momentos especiales de la Orden y/o de cada uno de los hermanos de la Fraternidad.
·         Prolongar nuestros lazos fuera de los momentos y lugares de reunión para favorecer el conocernos en otros ambientes.
·         Mantener el contacto con los hermanos dominicos seglares mayores que permanecen en la ciudad.
·         Organizar momentos de convivencia entre los hermanos de la Fraternidad o de otras Fraternidades cercanas como son Alcalá la Real, Torredonjimeno y Villanueva del Arzobispo.

Oración: “Enséñanos a orar”
Medios:
·   Iniciar las reuniones con una breve reflexión sobre el Evangelio del día y terminarlas con el rezo de una oración de la Orden o de la Familia Dominicana.
· Participar en la oración ante el Santísimo y de vísperas con las hermanas contemplativas.
·    Participar activamente en las celebraciones litúrgicas.
·    El Rosario (personal y/o comunitario).
·    Ir cogiendo la costumbre de rezar la Liturgia de las Horas.
·    Oración personal.

Estudio: “Santo Domingo. El buen cristiano”
Medios:
·         Estudio de:
              - "La espiritualidad de los Estatutos de las Fraternidades                           Laicales de Santo Domingo en España", de fr. José                          Antonio Segovia de la Torre, OP - Material del Jubileo                      2016.
              - "Los laicos dominicos y la Predicación", del MOP fr. Bruno                      Cadoré, OP.
              - "Reflexión sobre la Exhortación Apostólica Post-Sinodal                      Christifideles Laici", de Juan Jesús Pérez Marcos, OP -                     Material del Jubileo 2016
              - "Evangelii Gaudium", Papa Francisco.
·         Oraciones e himnos propios de la Orden de Predicadores.

Predicación: “Dad gratis lo que habéis recibido gratis”
Medios:
·      Dar razones y signos de nuestra fe cuándo y dónde se nos demande de una manera positiva y liberadora, prestando una especial atención en nuestras familias, trabajo y demás entornos sociales.
·         Anunciar nuestras reuniones, abriéndolas así a todas aquellas personas que se puedan interesar y quieran participar en ellas.
·        Pensar actividades de encuentro para que otras personas nos conozcan y ofrecerles nuestro estilo de vida.






Promesa Temporal en la Orden de Predicadores

Iglesia Conventual del Mtrio. Purísima Concepción 
Madres Dominicas 
Plaza de la Purísima Concepción, Jaén.

Este día también celebramos:
Fiesta del Patrocinio de la Virgen sobre la Orden de Predicadores y
Vísperas del Domingo del Dulce Nombre de Jesús



Fraternidad Laical Dominicana de Jaén


El sábado 8 de mayo fue un día de gran alegría para la Orden de Predicadores en la provincia de Jaén. Las Fraternidades Laicales de Torredonjimeno y Jaén celebrábamos la fiesta del Patrocinio de Ntra. Madre la Virgen sobre toda la Orden, cargada con la satisfacción del crecimiento de la vocación laical: nuevas hermanas que son admitidas con el rito de la imposición de la insignia y hermanos que hacen sus promesas temporales y solemnes. El signo más claro de que era una fiesta para la Provincia de Bética fue que ambas Fraternidades, Torredonjimeno y Jaén, se vieron acompañadas por las Fraternidades de Murcia, Córdoba, Málaga y Alcalá la Real y arropadas por la oración de todas las demás Fraternidades de la Provincia de Bética, de Valencia, Viveiro (Lugo), Cuba y Colombia. A todos nuestro más sincero agradecimiento y oraciones para poder seguir compartiendo tanto bueno en familia.

La celebración en Jaén, en la iglesia conventual del Monasterio de la Purísima Concepción de nuestras hermanas contemplativas, estuvo presidida por fray José Antonio Segovia de la     Torre, OP, Promotor Provincial de las Fraternidades Laicales Dominicanas de Bética. Él, fraterno, cercano y sencillo, hizo que la celebración se desarrollase en un verdadero ambiente familiar donde la alegría fue el atributo característico de todos y cado uno de los que allí nos encontrábamos. Es más, agradeció la presencia a la Coral de la Santa Iglesia Catedral de Jaén -que animó con sus cantos toda la celebración-, a los Franciscanos Seglares de Jaén, a las Cofradías de la Santísima Virgen del Rosario y de Jesús de la Piedad y Virgen de la Estrella y a los vecinos del barrio que se acercaron.

Aunque el momento más esperado era el de la emisión de la promesa por tres hermanos de la Fraternidad ante Roberto Delmás, OP, Presidente de las Fraternidades Laicales Dominicanas de Bética, nosotros queremos remarcar otros dos que son primeros: la celebración de la Palabra y la celebración del misterio de la Eucaristía. ¿Qué es un dominico sin la Palabra? ¿Qué es un dominico sin Jesús-Eucaristía? Preguntas que podemos hacérnoslas en el marco de las vísperas del segundo domingo de mes. Domingo que se ha caracterizado desde siempre en nuestra Orden por estar dedicado al Dulce Nombre de Jesús; celebración destinada no sólo a desagraviar todas las injurias, blasfemias y atentados contra Jesús (Dios y Hombre verdadero), sino también para recibir la fuerza para poder anunciar una vida nueva bajo el Nombre de Jesús.

En la Liturgia de la Palabra, al hilo del evangelio de la Visitación de María a su prima Santa Isabel, se dijeron cosas que no pueden, ni deben, caer en saco roto. Y es que el que se dispone a seguir a Jesús para vivir con y como Él, como cristiano, y para anunciarlo a otros cuando éstos no saben o no quieren saber de Él, como predicador, ha de ser consciente de que María, la Virgen, es Compañera de los Predicadores (fr. Gerardo de Frachet, OP) porque el mismo Dios la entregó como Báculo de los Itinerantes (M.O. fr. Juan de Wildeshausen). Es más, el propio Papa Pio XII, el año 1946 escribía a la Orden diciendo: “La misión de la Orden es una continuación de la misión de María, ya que del mismo modo que María dio y revistió de su carne al Verbo, la Palabra de Dios, para que fuese manifestado y conocido por los hombres, así también el predicador con su palabra predicada da cuerpo a la Verdad divina para que los hombres la conozcan y la vivan. Este honor materno, esta dignidad os pertenece de una forma especial. Conservad vuestro nombre, conservad vuestra misión. Que ninguno descuide por pereza o por temor el deber de la predicación”      (ACG. Roma 1946, 30).

¿Y Jesús-Eucaristía? Durante la Liturgia Eucarística se produce el mayor milagro ante nuestros ojos: un trozo de pan y un poco de vino se convierten en verdadero cuerpo y verdadera sangre de Jesús, el Cristo, el Hijo de Dios. Esta transubstanciación, cuando es vivida con el corazón embargado de fe, produce en nosotros el mismo efecto que en el pan y el vino: al comer el cuerpo y beber la sangre de Jesús, nos hacemos cristos con Él y, entonces, ¿quién no experimenta lo mismo que María que, cuando se sabe poseedora exclusiva de Dios Hijo en su interior, sale apresurada a comunicar el mensaje del evangelio de Dios Encarnado y Redentor? San Ambrosio parafrasea el texto de Isaías 52,7, mostrándolo como patrón de la misión de los apóstoles y de la Iglesia: “Mirad a María, hijos míos, porque la Palabra dicha proféticamente de la Iglesia se aplica también a ella. ¡Qué hermosos tus pasos en sandalias, sierva generosa! Sí, generosos y hermosos son en efecto los pasos de la Iglesia, cuando marcha a anunciar el evangelio de la alegría. Preciosos los pies de María y de la Iglesia” (De instituciones virginis 14.87).

Pues bien, la Palabra y la Eucaristía son los puntales que animaron a los hermanos de la Fraternidad Laical Dominicana de Jaén a hacer sus promesas: vivir caminando con el Báculo mariano y la Cruz divinizante y humanizadora. La promesa que emite el laico dominico hace que éste se adentre aún más en el Cuerpo Místico de Cristo; sin dejar de ser un miembro tan útil como otro, indistintamente de dónde se encuentre, pasa también a formar parte junto con el Espíritu Santo de la sangre que alimenta y vivifica a todo el Cuerpo. Y es que la vocación que se insufló a Nuestro Padre Santo Domingo no era predicar por predicar ni predicar cualquier cosa, sino predicar a Dios y animar a que se haga una predicación de Él de calidad: palabra y obra, oración-contemplación y apostolado, contemplari et contemplata aliis tradere.

Por último, pediros que sigáis rezando por esta Fraternidad de Jaén que se acaba de reorganizar y que Nuestro Padre Santo Domingo nos siga transmitiendo a todos el amor que él le tenía a la Virgen María para que, sin separarnos de Ella y siempre renovados por el soplo del Espíritu Santo, sigamos a Jesucristo hacia Dios Padre que siempre quiere recibirnos como sus hijos en su casa con los brazos abiertos.

Juan Jesús Pérez Marcos, OP
   Pte. FLD - Jaén






El día 6 de marzo, fray Florencio Turrado, OP, ofreció a las comunidades de Laicos y Contemplativas Dominicos una meditación cuaresmal. Ésta versó sobre la Eucaristía al hilo de la Primera Carta a los Corintios de San Pablo.
Esos momentos de comunión en Familia analizando, estudiando, meditando y orando sobre la Eucaristía nos hicieron redescubrir la dimensión comunitaria, universal, que aquella posee. Fue un actualizar el mandato nuevo de Jesús: "Amaos unos a otros como yo os he amado." "Sabran que sois mis discípulos por el amor que os tenéis entre vosotros."
La Eucaristía es el Gran Banquete anticipado y presente. Es la Fracción del Pan la que nos hace vivir más intensamente en Cristo y que Él viva en nosotros compartiendo como los hermanos y con el mundo entero en común-unión (comunión).


[Para escuchar la meditación completa pinchad sobre este link: www.youtube.com/laicosopjaen.]